“OREN INCESANTEMENTE,
ASÍ PODRÁN
COMPARECER SEGUROS ANTE EL HIJO DEL HOMBRE…” – (Lucas 21,36)
Hoy, Jesús nos vuelve a llamar la atención sobre su “inesperada”
llegada para
buscarnos.
“Inesperada” no porque no sabemos que va a venir a
llevarnos, sino porque “no sabemos ni el
día ni la hora” (Mateo 25, 1-13)
Ayer reflexionábamos sobre esta “realidad”…
Hoy (la lectura nos presenta a Jesús): nos lo explica con
una semejanza, parábola o cuento didáctico:
Nos habla del ‘séquito’ del Esposo: un grupo de doncellas
que acompañaban al Esposo a la fiesta. En ese grupo, la mitad eran prudentes,
previsoras y el otro, no se proveyeron de aceite para sus lámparas…
A veces nos confiamos porque el Señor “demora” en llegar…
Nos decimos: ‘después…’ ‘más tarde…’ y
cuando lo hace, estamos desprevenidos…
De allí, que Lucas nos transmita las Palabras de Jesús
diciéndonos: “oren incesantemente”
No se duerman. No se aturdan. Estén atentos! No se olviden
del Esposo que viene a buscarlos.
Y cuál es el “aceite”?.. En qué consiste esta atención o
previsión?..
Es nuestro obrar. Amar. Amar al Esposo y a los hermanos.
Si estamos siempre vigilantes y en oración, haciendo lo que
Él nos manda, no nos importará el momento, porque estamos “firmes” esperándolo,
“con nuestras lámparas encendidas”… así llegue tarde o llegue temprano…
Que el Señor no nos encentre dormidos… y “sin aceite en
nuestras lámparas…”
LECTURAS DEL DÍA: 1 Tesalonicenses 4, 1-8, Salmo 96, 1-2.5-6.10-12; Mateo 25, 1-13*
Semillas
de Vida - Servicio de Espiritualidad Parroquial
Día 01 de Septiembre de 2017 – Viernes
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