Muchos
años antes de Jesús, el Profeta Oseas escribe estas hermosas palabras…
“Cuando Israel
era niño, Yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
Pero cuando más los llamaba,
más se alejaban de Mí. Ofrecían sacrificios a los Baales y quemaban incienso a
sus ídolos.
Y Yo había enseñado a caminar
a Efraín; lo tomaba por los brazos! Pero ellos no
reconocieron que Yo los
cuidaba!
Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor;
era para ellos como los que alzan una criatura contra sus mejillas… me
inclinaba hacia ellos, y les daba de comer!
Mi corazón de subleva contra
mí y se enciende toda mi ternura! No daré curso libre al ardor de mi ira!.. No
destruiré otra vez a Efraím!.. Porque Yo soy Dios, no un hombre!.. Soy el Santo
en medio de ti, y no vendré con furor!..”
(11, 1-4.8-9)
Esto es lo que -
hoy - nos está repitiendo a cada uno…
‘Qué más podría haber hecho YO, por ti que no lo haya hecho?...’
Dios, no es el “huraño”
escondido entre las nubes, espiándonos a ver si fallamos en el cumplimiento de
su Ley para castigarnos… No es esto lo
que nos dice la Palabra de Dios!
Cuando nos dice que
“sus ojos están fijos en sus servidores”, es para “amarlos” y no para destruirlos!
Dios apela a la
ternura… Sabe lo que nos cuesta seguir sus mandatos… por eso no se “cansa de
perdonarnos”…
Agradezcámosle durante el día su paciencia…
y que cambie “nuestro corazón de piedra”…
LECTURAS
DEL DÍA: Oseas
11, 1-4.8-9; Salmo 79, 2-3.15-16; Mateo 10, 7-15*
HOY
recordamos a SAN AGUSTÍN ZHAO RONG,
sacerdote y compañeros mártires de China – martirizados entre el 1648/1930 - – ver más
en: http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=33162
Día 10 de Julio
de 2014 – Jueves
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