lunes, 19 de marzo de 2012

En el "Año de la Fe"... ¿No es el hijo del carpintero?



        José amó a Jesús como un padre ama a su hijo, lo trató dándole todo lo mejor que tenía. José, cuidando de aquel Niño, como le había sido ordenado, hizo de Jesús un artesano: le transmitió su oficio. Por eso los vecinos de Nazareth hablarán de Jesús, llamándole indistintamente “faber” y “fabri filius”: artesano e hijo del artesano (Mt 13,55)...
        Porque Jesús debía parecerse a José: en el modo de trabajar, en rasgos de su carácter, en la manera de hablar. En el realismo de Jesús, en su espíritu de observación, en su modo de sentarse a la mesa y de partir el pan, en su gusto por exponer la doctrina de una manera concreta, tomando ejemplo de las cosas de la vida ordinaria, se refleja lo que ha sido la infancia y la juventud de Jesús y, por tanto, su trato con José.
        No es posible desconocer la sublimidad del misterio. Ese Jesús que es hombre, que habla con el acento de una región determinada de Israel, que se parece a un artesano llamado José, ése es el Hijo de Dios.
Y ¿quién puede enseñar algo a Dios? Pero es realmente hombre, y vive normalmente: primero como niño, luego como muchacho, que ayuda en el taller de José; finalmente como un hombre maduro, en la plenitud de su edad. Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia delante de Dios y de los hombres (Lc 2,52).
        José ha sido, en lo humano, maestro de Jesús; le ha tratado diariamente, con cariño delicado, y ha cuidado de Él con abnegación alegre. ¿No será ésta una buena razón para que consideremos a este varón justo, a este Santo Patriarca en quien culmina la fe de la Antigua Alianza, como Maestro de vida interior?

(San José María Escrivá de Balaguer (1902-1975), sacerdote, fundador - Homilía del 19/03/63 en Es Cristo que pasa)

Tal vez, hoy, debamos tener más presente a este Santo Varón…
Ya que fue alguien a quién Jesús – siendo niño y joven -  
miró para imitar y crecer…
San José… ruega por todos los papás…


LECTURAS DEL DÍA: Samuel 7,4-5.12-14.16; salmo 88, 2-5.27-29; Romanos 4, 13.16-18.22; Mateo 1, 16.18/-21.

Hoy recordamos a SAN JOSE, esposo de la Virgen María – ver más en:

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