NAAMAN, el Sirio… su purificación…
Este general padece una enfermedad de la piel (lepra)…
Aconsejado por una sirvienta israelita, va a Israel,
para ver al Profeta, Eliseo…
… Eliseo le manda a decir (no lo atiende
personalmente) que se vaya a bañar siete veces en el Jordán…
Ante esta informalidad, orgulloso, Naamán se enoja…
Sus servidores lo convencen, ya que si le hubiera
ordenado algo difícil lo habría hecho…
Va, se baña… su piel es curada.
Vuelve agradecido al Profeta: “Ahora reconozco que no hay Dios en toda la
tierra, a no ser en Israel…”
La “lepra” siempre fue imagen del pecado, en nuestras
almas…
Ante el pecado, Jesús ha puesto a nuestro alcance un
medio “muy sencillo” para alcanzar esa “sanación”… para limpiar nuestra alma de
ese mal…
Tan sencillo… que se nos hace “complicado” por nuestro
orgullo: aceptar nuestra necesidad, y con humildad realizar ese acto de
confesar nuestros pecados, ante el Sacerdote…
PERO… luego de recurrir al Sacramento de la Penitencia,
llenos de alegría, sanos… también exclamamos como Naamán: ‘Ahora reconozco que
no hay Dios como Tú… lleno de misericordia y Amor!...’
“Señor…
protégenos… purifícanos e instrúyenos…
consuélanos en el presente, y que nos
encaminemos a los bienes futuros!..”
(Oración sobre el pueblo)
LECTURAS
DEL DÍA:
2 Reyes 5, 1-15; Salmo 41, 2-3; 42, 3-4; Lucas 4, 24-30*
HOY
recordamos a SANTA CATALINA DE SUECIA -
1331/1381 – hija de Santa Brígida – casada muy joven con un joven muy piadoso,
y ambos viven en castidad – enviuda temprano y se une a su madre al servicio de
los pobres, orando, mortificando su cuerpo y predicando por donde pasaban… -
ver más en: http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=586
Día 24 de Marzo
de 2014 - Lunes
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