En el “Año de la Fe”…
El amor a los enemigos
“Ustedes han oído: “amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo!”
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores…
así serán hijos del Padre que está en el Cielo… Él hace salir el sol sobre
buenos y pecadores…” – (Mateo 5,
43-48)
“Hay en la comunidad una hermana que
tiene el don de desagradarme en todo. Sus modales, sus palabras, su carácter me
resultan sumamente desagradables. Sin embargo, es una santa religiosa, que debe
de ser sumamente agradable a Dios.
Entonces, para no ceder a la
antipatía natural que experimentaba, me dije a mí misma que la caridad no debía
consistir en simples sentimientos, sino en obras, y me dediqué a portarme con
esa hermana como
lo hubiera hecho con la persona a
quien más quiero. Cada vez que la encontraba, pedía a Dios por ella,
ofreciéndole todas sus virtudes y sus méritos.
Sabía muy bien que esto le gustaba a
Jesús, pues no hay artista a quien no le guste recibir alabanzas por sus obras.
Y a Jesús, el Artista de las almas, tiene que gustarle enormemente que no nos
detengamos en lo exterior, sino que penetremos en el santuario íntimo que él se
ha escogido por morada y admiremos su belleza.
No me conformaba con rezar mucho por
esa hermana que era para mí motivo de tanta lucha. Trataba de prestarle todos
los servicios que podía; y cuando sentía la tentación de contestarle de manera
desagradable, me limitaba a dirigirle la más encantadora de mis sonrisas y
procuraba cambiar de conversación.
Con frecuencia también… como tenía
que mantener relaciones con esta hermana a causa del oficio, cuando mis
combates interiores eran demasiado fuertes, huía como un desertor.
Como ella ignoraba por completo lo
que yo sentía hacia su persona, nunca sospechó los motivos de mi conducta, y
vive convencida de que su carácter me resultaba agradable.
Un día, en la recreación, me dijo
con aire muy satisfecho más o menos estas palabras: “¿Querría decirme, hermana
Teresa del Niño Jesús, qué es lo que la atrae tanto en mí? Siempre que me mira,
la veo
sonreír”. ¡Ay!, lo que me atraía era Jesús, escondido en
el fondo de su alma... Jesús, que hace dulce hasta lo más amargo...”
(Santa Teresa del Niño Jesús
(1873-1897), carmelita descalza, doctora de la Iglesia - Manuscrito
autobiográfico C 13 v°-14 r° - tomado de Evangelio del día)
LECTURAS
DEL DÍA:
2 Corintios 89,1-9; Salmo 145, 2.5-9; Mateo 5, 43-48*
HOY
recordamos a SANTA JULIANA DE FALCONIERI
–
1270/1341 – funda "Siervas de la Virgen María", jóvenes terciarias, personas
laicas que viven en el mundo pero llevando una conducta como de gente muy
piadosa – ver más en: http://www.ewtn.com/spanish/saints/Juliana_Falconieri_6_18.htm
Día 18 de Junio
de 2013 – Martes
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