En el “Año de la Fe”…
Reconciliarse con Dios y
con los hermanos…
“Déjense reconciliar por
Dios” – (2 Corintios 5,17-21)
“Reconciliarse” implica un “cambio”…
un cambio a partir de otro… desde el otro… a partir de Dios.
Dios es quien toma la iniciativa. Envía a su Hijo para reconciliar al
mundo consigo – en Cristo…
El Padre toma la iniciativa de reconciliar al hijo menor consigo, abrazándolo…
para que se reconcilie consigo mismo… (Lucas 15,1-32)
El Padre toma la iniciativa de reconciliar al hermano mayor con el
menor, pasando por encima el pasado…
Reconciliarse en definitiva, es decir a Dios: “GRACIAS, POR HABER DADO EL PRIMER PASO. ACEPTO TU PERDÓN. ACEPTO TU
AMOR!...”
La reconciliación mira al presente, pero se proyecta al “futuro”… se
prolonga al futuro. Sin esta prolongación sería sólo una palabra bonita, pero
hueca… sin repercusión eficaz… por tanto: una frustración!
Claro que el camino de la reconciliación es largo, duro, difícil… nos exige
la conquista de nuestro corazón para lograr una armonía, concordia, amor…
primero con Dios (una actitud FILIAL!)… y
a la vez para con los hombres (una actitud FRATERNA!..) (La iniciativa
es de Dios, pero nosotros debemos aceptarla!)
Todo hombre - sincero - necesita reconciliación, en mayor o menor grado… Debemos primero reconciliarnos con Dios, y
luego ayudar a los demás a conseguir una auténtica reconciliación…
Somos agentes de reconciliación?..
en la
familia?... en el barrio?... en la comunidad?.. en el trabajo?..
LECTURAS
DEL DÍA: Josué
4, 19;5,10-12; Salmo 33, 2-7; 2 Corintios 5, 17-21; Lucas 15, 1-3.11-32*
HOY
es el
Cuarto Domingo de Cuaresma
Día 10 de Marzo
de 2013 – Domingo
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