En el “Año de la Fe”…
“Permanezcamos
firmes en la confesión de nuestra Fe,
ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios, un
sumo Sacerdote insigne, que penetró en el Cielo…”
Muchas veces se nos ocurre pensar que Cristo está allá en las alturas,
lejos de nuestra realidad, que ignora o desconoce nuestros sufrimientos, y
angustias… Pero no!..:
“Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz
de compadecerse de nuestras debilidades;
al contrario, él fue sometido a las mismas pruebas que nosotros, a excepción del
pecado.”
Él conoce nuestra realidad. Se hizo uno más de nosotros: en “todo”
(menos en el pecado): nació pequeñito, y necesitado de atenciones, y debió
crecer… sabe de obedecer, del dolor, de la enfermedad, del hambre, de la sed,
de la pobreza, de la persecución injusta… de la muerte horrible en la cruz…
“Vayamos entonces, confiadamente al trono de
la gracia,
a fin de obtener misericordia
y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno.”
(Hebreos 4, 14-16)
Nuestro Dios
“NO ES INCAPAZ DE
COMPADECERSE DE NUESTRAS DEBILIDADES”!...
Vayamos a él!... con confianza
LECTURAS
DEL DÍA:
Isaías 53, 10-11; Salmo 32, 4-5.18-20.22;
Hebreos 4, 14-16; Marcos 10, 35-45*
Día 21 de Octubre
de 2012 – Domingo
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