domingo, 12 de febrero de 2012

“Si quieres… puedes curarme!...”

Mira. Señor, mi vida… mi modo de vivir… pero “Si Tu quieres, puedes sanarme!”

Mira mi “lepra”: mi flojedad, mis malas intensiones, mis malos pensamientos, mi dejadez… Sáname, Señor… “Si Tu quieres, puedes curarme!”

Mira, Señor, la “lepra” de mi vida de pecado… mi falta de constancia, de perseverancia… mis promesas no cumplidas… Sáname, Señor!... “Si Tu quieres, puedes limpiarme!”

Mira la “lepra” de mi vida: mi falta de piedad: arisco en detenerme frente a Ti en oración, y reflexión, meditando tu palabra…

Mira mi vida remisa en pararme frente a tu Sagrario a conversar y escuchar tu Voz… Sáname, Señor!... “Si Tu quieres, puedes curarme!”

Hoy, Señor, yo tendría que ir por la calle gritando “impuro! Impuro!” como ordenaba la ley a los leprosos de Israel…
Hoy, a causa de mis pecados, me encuentro separado de mis hermanos… y no puedo acercarme a Vos… pero confío en tu Misericordia, y por eso quiero acercarme a Vos y pedirte: “Si quieres, puedes curarme!”
Límpiame, Señor, porque Tu lo puedes y me amas!..

“Feliz el que es absuelto de su pecado y liberado de su falta!.. Yo reconocí mi pecado y no escondí mi culpa!..”

Gracias, Señor, por tu Agua purificadora, que arrastra con toda mi enfermedad… con todo el mal olor de mi corrupción!...

(Sobre Evangelio Marcos, 1,40-45)


LECTURAS DEL DÍA: Levítico 13, 1-2.45-46; Salmo 31, 1-2.5.11; 1 Corintios 10, 31-11,1; Marcos 1, 40-45*



Día 12 - Domingo
- Responsable: Pbro. Rubén Papaleo - Coordinador y diagramador: Celso E. Pighin


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