“TODO EL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR, SE SALVARÁ…” –
Romanos 10, 9-18
San
Pablo se pregunta:
“Pero… cómo invocarlo, sin creer en Él?..
Y cómo creer en Él, sin haber oído hablar de Él?
Y cómo oír hablar de Él, si nadie lo predica?..
Y quiénes predicarán, si no se los envía?..”
Necesitamos
se nos envíe… Cristo nos envía a través de su Iglesia… “Vayan…
y hagan que la gente sean mis discípulos…”
Además
Pablo dice:
“La fe nace de la predicación,
y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo…”
Y
la voz de Dios “resuena por toda la tierra… llega hasta los
confines de la tierra…”
Y
el salmo 18 nos recuerda que “el cielo
proclama la gloria de Dios… que el firmamento anuncia la obra de Dios… sin
pronunciar palabras, sin que nadie escuche su voz… su eco resuena… y su
lenguaje…”
Es
decir, aún cuando falten los “enviados”… podemos escuchar la Voz de Dios… en su
creación!..
Pero…”qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias!..”
Por
el Bautismo, somos “profetas”… por tanto tenemos el ‘envío’..
Debemos
llevar la Palabra de Dios a todos los hombres…
Para que todos lo conozcan e
invoquen su Nombre!..
Y puedan salvarse!..
LECTURAS
DEL DÍA:
Romanos 10, 9-18; Salmo 18, 2-5; San Mateo 4, 18-22*
Semillas de Vida - Servicio de Espiritualidad Parroquial
Día 30 de Noviembre
de 2016 – Miércoles